Por una noche, vuelven a ser Bravos

Fotografías: Francisco Álvarez

Francisco Álvarez | 14 de abril de 2023

Domingo de Pascua y Ciudad Juárez era un día soleado. Las familias se reunieron en el parque Chamizal para disfrutar de la tarde. Las obras de remodelación en la avenida Heroico Colegio Militar hicieron que el tráfico fuera más pesado de lo habitual, sin embargo, el camino se hizo ameno, pues la gente se divertía con amigos y familiares.

Como es de costumbre, los asistentes pasaron un rato tranquilo en las afueras del estadio; hubo módulos en los que la gente participaba a cambio de un premio, o simplemente comían algo en los puestos.

La seguridad se hizo notar, la cantidad de policías municipales era abismal, pero se entiende, a nadie le hubiera gustado un disturbio en un día tan tranquilo.

A pesar de que el equipo no anda bien, los juarenses fueron a apoyar a su equipo.

La desesperación de los fronterizos era evidente. A pesar de ir abajo en el marcador fueron los que por el momento generaban más jugadas de gol, más no las concretaron.

Minuto 36 del partido y Jesús Dueñas vio la tarjeta roja, le dio un pisotón en el talón a Aldo Rocha cuando ya ni siquiera tenía el balón. Adonai Escobedo, el árbitro, no quería complicaciones y decidió mostrar el cartón rojo. Juárez se quedó con diez jugadores.

Atlas se tiró hacia atrás y los Bravos fueron al ataque, por momentos parecía que quienes iban ganando eran los locales. Centro desde la izquierda y Alan Medina remató, el balón lo desvió Santamarina, jugador de Atlas, y entró en las redes de Camilo Vargas. El encuentro se empató.

Sin embargo, en el añadido del segundo tiempo Gabriel Fernández vio su segunda tarjeta amarilla, la primera fue por protestar la expulsión de Dueñas. Fernández reclamó un tiro de esquina, pero el árbitro no vio bien la jugada y la marcó como saque de meta, a Adonai no le gustó; se terminó el encuentro para el 19 fronterizo.

La noche se hizo fría, pero la grada caliente. Los juarenses sintieron que el árbitro estaba siendo injusto ¡ratero, ratero, ratero! gritaba un público enfurecido. Se le vino la noche a Adonai. Solo se escuchaban gritos y mentadas de madre antes de terminar el primer tiempo.

Para el segundo tiempo, el gol ya no se hizo presente. Pero el festival de amonestaciones y tarjetas amarillas comenzó; sacar una tarjeta roja tan temprano le desequilibró el criterio a Adonai Escobedo.

Al minuto 77, Brian Lozano, jugador del Atlas, cometió una falta con la que recibió su segunda tarjeta amarilla, a los vestidores y al hotel. Diez amonestados hubo en el encuentro, tres de ellos expulsados.

Ninguno de los dos equipos logró llevarse los tres puntos. El debut de Mejía como entrenador fue relativamente positivo pues logró que el equipo se viera como ya hace mucho no se les veía, Bravos. Más, el resultado y la actitud de la noche no quita el mal torneo que han tenido.

Ahora los dirigidos por Mejía tienen la vista en el futuro, esperan pasar la página y comenzar un nuevo proyecto de cara a las siguientes temporadas, pues el regreso del ascenso y descenso ya se vislumbra al horizonte. Buscarán ser ese equipo de segunda división que maravilló a la frontera con la garra y coraje que mostraron en su primer torneo. Buscarán jugar cada partido como si fuera el último. Buscaran volver a ser Bravos.